Una vez más Isabel Allende absorbe mi lectura arremetiendo página trás página con una historia simple y contemporánea, El cuaderno de Maya. Maya es una jovencita que no se diferencia de muchas otras en la actualidad, es hija del producto de una pasión momentánea, así que es criada por sus abuelos.
La abuela es el alterego de Isabel Allende, una mujer chilena con un pasado desconocido y misterioso, quien contrae segundas nupcias en el exilio con un astrólogo moreno que la consiente en todas sus locuras, la mayor de ellas, su nieta a quien ambos adoran y protegen. Sin embargo el abuelo se muere y el mundo de Maya se desintegra.
Es cuando comienzan una serie de desórdenes en su vida. Desórdenes a los que los jóvenes de esta década se enfrentan diariamente y Maya no es una excepción. Perder su virginidad y ser cool en la escuela es el inicio de la secuencia y parte de la obsesión de las jóvenes de hoy, juntamente con la experimentación de las drogas y aventuras que creen que pueden controlar.
Pero como ocurre en la realidad no muy lejana, todo se sale de control y Maya se ve envuelta en los líos de su vida. Sufre violaciones y se tiene que involucrar en la prostitución para poder resolver sus problemas. Una banda de mafiosos la ayuda, la cual al parecer va a ayudarla pero solo hace que ella toque fondo y pierda la noción de la realidad en medio de un mundo de drogadictos y autoridades corruptas.
Ya al borde del colapso la abuela la rescata y la única solución que encuentra es enviarla a Chile, pero no a Santiago como cualquier turista sino a Chiloé una isla pequeña, un lugar muy rural, una zona de Chile donde nada pasa, nada ocurre, un pueblo pequeño donde no solo se siente importante sino que encuentra la verdadera amistad, una familia y el verdadero amor.
Isabel Allende escribe con dolor y mucha realidad sobre el mundo de las drogas, cosa por la que ha pasado muy cerca con la convivencia de sus hijastros. Ella dirige el libro evidentemente a los jóvenes, con el mensaje final que los amigos no son siempre lo mejor en la vida de uno, y que la familia siempre estará cerca y no la vemos. Chile está presente con mucha historia contemporánea la cual devela el amor que la autora siente por su patria aunque viva en los Estados Unidos.
Isabel Allende nació en Lima, Perú, se crió en Chile y ahora es ciudadana americana. Fue periodista en Chile y por la presión política se autoexilió en Venezuela por varios años. En la soledad de su exilio, escribió cartas a su abuelo a quien adoraba, las cuales se convirtieron el un libro, el libro que la llevaría a la fama "La casa de los Espíritus". Siempre ha escrito para su familia, su abuelo, su hija fallecida y ahora sus nietos.