Cuando se lee un libro con situaciones extraordinarias, lugares exóticos, o en el mejor de los casos, historias noveladas, uno se pregunta cómo hace el autor para transportarnos a esos lugares, que hasta parecen que transmiten olor a través de sus páginas. No se sabe si el autor tiene una imaginación desbordante o las experiencias de la vida lo llevaron a conocer esos parajes donde quizá muchos de nosotros nunca llegaremos a estar.
Esa curiosidad me llevó a leer “Siete vidas y media”, libro autobiográfico de Alberto Vázquez-Figueroa, autor de más de 70 libros de aventura. Sus libros recorren desde las selvas de América hasta el desierto del Sahara. No es de sorprender que alguno de sus protagonistas haya cruzado el continente africano en busca de un ideal o escapando de los “hombres de azul”, o alguno se suba de polizonte en un barco que lo llevaría a Sevilla, desde las islas Canarias, y termine en el barco de un capitán que descubriría el continente Americano.
El título le hace justicia al libro, pues Vázquez-Figueroa ha pasado situaciones inverosímiles, arriesgando su vida por una noticia o buscando información para algún libro que le ha ido dando vueltas por la cabeza.
El libro se da a manera de entrevista, va llevando al lector a identificar, poco a poco la raíz de algunos de los más queridos libros de Alberto, tales como Tuareg, Arena y Viento, Los ojos de Tuareg, narrados en el norte de África, donde pasó su niñez y su adolescencia. Más tarde se adentra en África desde donde comenzaría a escribir para una revista o periódico. Ese mismo medio lo envía a América. Vive el terremoto del 70 en Perú, intercede en asuntos políticos como periodista en República Dominicana y recorre la selva amazónica, lugares, de donde extraería información para sus libros “Manaos”, “Viracocha”, “El Inca”, “Panamá Panamá”, “Vendaval”, “La Iguana”, entre otros.
De manera muy ágil, se recorre la vida y experiencias del autor, así como se puede conocer algunos de sus puntos de vista sobre la crisis o política, pues utiliza este libro como una tribuna de opinión para hacer algunas denuncias “sin pelos en la lengua”.
AVF considera que no la logrado lo que quiere en la vida, habla de fracasos, de ninguna manera literarios, Tuareg llena todas sus expectativas como escritor, es la niña de sus ojos. Su proyecto de desalación que aún no nace, a pesar de que ya está listo para desarrollarlo en cualquier país, saciar y acabar con la sed y problemas de agua, es el motivo de sentir, que ha ido a contracorriente en estos últimos años y al parecer debe sentirlo como un parto doloroso.