La Feria del Libro Ricardo Palma rinde este año homenaje al escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, al celebrarse sus 80 años de nacimiento. El escritor ya fallecido en 1994, es considerado uno de los mejores cuentistas de la literatura latinoamericana. Leyendo esta noticia, me animé a leer el cuento corto ¨Los gallinazos si plumas¨.
Efraín y Enrique son los protagonistas de esta historia que cuenta cómo tienen que trabajar para alimentar al cerdo que tenía su abuelo. Los niños eran enviados cada mañana a recoger desperdicios para juntar la comida que comería el animal llamado Pascual. Una mañana en una de sus andanzas, Efraín tuvo un corte en el pie que lo llevaría a la cama, entonces Enrique se enfrentaría sólo a la triste tarea de recoger la comida en los basurales. Para su consuelo Enrique se encontró un perro que les alegraría la miserable vida que llevaban al lado de su abuelo, quien los maltrataba.
Efraín cada día empeoraba, su pie se estaba deformando, a los días Enrique también cayó enfermó. El abuelo en lugar de ayudarlos, les hacía la vida miserable tanto dejó de dar de comer. Creyó que haciendo eso los obligaría a levantarse y traer comida para el cerdo, el cual cada vez se volvía más loco del hambre. Una mañana el abuelo obligo a Enrique a traer comida, luego que regresó se encontró con un suceso terrible. La maldad del abuelo había llegado hasta los límites cuando Enrique se dio cuenta que el chancho estaba devorando al perro. Enrique se enfrentó a su abuelo y lo golpeó. El abuelo que era cojo se cayó en el chiquero. Los niños asustados huyeron del espeluznante espectáculo. Dejaron atrás la vida de maltrato y abuso que habían vivido, yendo en busca de un futuro lleno de esperanza.
"A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias. Los noctámbulos[2], macerados[3] por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su melancolía. Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de escobas y de carretas. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía, policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los cubos de basura. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna, aparecen los gallinazos sin plumas." (Fragmento)
El film "Caidos del cielo", tiene un fragmento con "Los gallinazos sin plumas", donde la genial Delfina Paredes, hace las veces de la abuela (cambio de rol?).
Hola, Deborah. Últimamente me encuentro a este autor continuamente; ya me había hablado de él R -y recomendado especialmente sus Prosas apátridas.
ResponderEliminarDespués, Rosa Montero lo menciona elogiosamente en La loca de la casa y ahora me encuentro con tu post. Está claro que se impone su lectura.
Un saludo.
Aca hay varias de sus obras: http://julioramonribeyro.blogspot.com
ResponderEliminarAquí podrás encontrar los Dichos de Luder del maestro Ribeyro.
ResponderEliminarSe podría decir que Caídos del cielo es un clásico del cine peruano...
Como todos los días, desde la frecuencia estelar de Alfa Radio te habla Don Ventura para recordarte que... “Tú eres tu destino”... :/
Saludos,
R.