Ni bien comienza el libro comienzan las desgracias de Marti Barbany, protagonista de la primera y también segunda entrega de Te daré la tierra y Mar de fuego respectivamente. Escrita en los ambientes medievales del siglo XI, la historia continúa en Barcelona así como en algunos viajes del protagonista, dándole un toque perfecto entre novela histórica y de aventura. Las primeras páginas parecen que no van a engancharte pero cuando menos te das cuenta, el autor te envuelve en sus líos.
En el primer libro de la saga Marti Barbany, un muchacho de pueblo, que por amor se esfuerza por llegar a ser un ciudadano de respeto de Barcelona, se encuentra con algunas personas que arruinan su camino con maldades y atrocidades. Sin embargo los buenos de la película lo apoyan y con algunas circunstancias trágicas, logra todo el éxito, llevando a un final feliz y dejando una miel en los labios del lector.
En la segunda entrega "Mar de fuego", uno cree que se puede saciar la miel, pero el autor vuelve a crear historias, venganzas y hace un nudo tras otro que el libro convierte al lector en un ser irresponsable, pues es difícil dejar sus páginas para dedicarse a las responsabilidades de cada día.
Marta es la hija de Marti y Ruth, y junto a los gemelos de la condesa de Barcelona se convierten en los protagonistas de la historia, siempre rodeados de intrigas. Los empleados y personas cercanas de ellos, siguen vigentes en esta segunda trama. Marta es una jovencita que heredó el carácter de su madre, una muchacha judía conversa por amor. Ella también cae a los influjos del amor, pero al no pertenecer a la monarquía su estado de plebeya le va a causar una serie de tropiezos.
Por otro lado, la condesa Almodis de Barcelona se cierra en el capricho de sacar del camino al primer heredero del conde para que el mayor de sus hijos sea el que herede el título monárquico y siga gobernando Barcelona con la misma sabiduría que su padre. Sin embargo el menor de sus gemelos es un ser ruin y envidioso, creador de conspiraciones, que hace que uno busque una pastilla contra las úlceras, pues el mozo es realmente un creador de estrategias malévolas. La sucesión del trono se convierte en una pesadilla que se puede leer, atando al lector a la silla.
El protagonismo de Marti en el segundo de la saga es menor, pero las personas que lo rodearon en la primera obra, van tomando más presencia y de alguna manera metiéndolo en problemas, por decisiones egoístas. Marti sigue siendo el ser humano bondadoso, justo y certero, en su trabajo y la administración de su casa, pero no con el torbellino que crea criar una adolescente.
El libro tiene mucha de la verdadera historia monárquica de Barcelona correspondiente al reinado de Ramón Berenguer y sus herederos.
En el primer libro de la saga Marti Barbany, un muchacho de pueblo, que por amor se esfuerza por llegar a ser un ciudadano de respeto de Barcelona, se encuentra con algunas personas que arruinan su camino con maldades y atrocidades. Sin embargo los buenos de la película lo apoyan y con algunas circunstancias trágicas, logra todo el éxito, llevando a un final feliz y dejando una miel en los labios del lector.
En la segunda entrega "Mar de fuego", uno cree que se puede saciar la miel, pero el autor vuelve a crear historias, venganzas y hace un nudo tras otro que el libro convierte al lector en un ser irresponsable, pues es difícil dejar sus páginas para dedicarse a las responsabilidades de cada día.
Marta es la hija de Marti y Ruth, y junto a los gemelos de la condesa de Barcelona se convierten en los protagonistas de la historia, siempre rodeados de intrigas. Los empleados y personas cercanas de ellos, siguen vigentes en esta segunda trama. Marta es una jovencita que heredó el carácter de su madre, una muchacha judía conversa por amor. Ella también cae a los influjos del amor, pero al no pertenecer a la monarquía su estado de plebeya le va a causar una serie de tropiezos.
Por otro lado, la condesa Almodis de Barcelona se cierra en el capricho de sacar del camino al primer heredero del conde para que el mayor de sus hijos sea el que herede el título monárquico y siga gobernando Barcelona con la misma sabiduría que su padre. Sin embargo el menor de sus gemelos es un ser ruin y envidioso, creador de conspiraciones, que hace que uno busque una pastilla contra las úlceras, pues el mozo es realmente un creador de estrategias malévolas. La sucesión del trono se convierte en una pesadilla que se puede leer, atando al lector a la silla.
El protagonismo de Marti en el segundo de la saga es menor, pero las personas que lo rodearon en la primera obra, van tomando más presencia y de alguna manera metiéndolo en problemas, por decisiones egoístas. Marti sigue siendo el ser humano bondadoso, justo y certero, en su trabajo y la administración de su casa, pero no con el torbellino que crea criar una adolescente.
El libro tiene mucha de la verdadera historia monárquica de Barcelona correspondiente al reinado de Ramón Berenguer y sus herederos.
Pues sí lo voy a leer, porque me gustó mucho Te daré la Tierra, y me alegra saber que este continúa con los mismos personajes y sus descendientes.
ResponderEliminarEs muy sarcástico el autor con los condes y las condesas, y además es una parte de la historia de la que desconozco casi todo (o todo).
No he leído tu reseña porque me lo regalaron para el día del libro y quiero comenzarlo en cuanto empiece el verano. ¡qué ganas tengo!
ResponderEliminarSi, no lo lean hasta cuando sientan que estan libres, muy absorvente. Eva estoy terminando Prométeme que serás libre, gracias a tu recomendación. Joan me pone nerviosa con sus cosas.
ResponderEliminarAnte todo, felicidades por la reseña. En cuanto a la obra debo reconocer en primer lugar que no leí la primera parte, pero esta en concreto creo que no echa en falta texto alguno que deba antecederlo. Siempre es recomendable leer primero la obra anterior, pero no es estrictamente necesario. "Mar de Fuego" denota el esfuerzo del autor por recrear una época y contexto históricos con la fidelidad posible en estos casos. El lenguaje es muy cuidado, aunque en algunos momentos la lectura puede hacerse tediosa quizá por exceso de erudición, aunque ello no quita mérito alguno a la obra. El argumento principal está bien urdido. Sin embargo, la trama que se refiere a la venganza queda un poco difusa y aunque sea elemento fundamental, creo que no se lo trata con la claridad que merece, ya que a veces puede parecer demasiado ficticia. Por último, algunos personajes creo que se han desaprovechado y no son todo lo profundos que podían haber llegado a ser. Con todo, una obra recomendable y que se lee con facilidad. Salu2.
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