La reseña de "Los herederos de la tierra" es cosa difícil. El libro es tan largo y la vida del protagonista está envuelta en tantas cosas que no sé por dónde comenzar.
Idelfonso Falcones ha citado que "Los Herederos de la tierra" es la continuación de "La Catedral del Mar", cosa que yo no sabía mientras leía su nuevo libro. Sin embargo al iniciar el libro con aparición del nombre Arnau Estanyol me dio un brinco el corazón porque recordé su nombre y no sabía de dónde. Lo peor es que no había hecho una reseña de "La Catedral del Mar" y la leí hace 9 años, así que comencé a recordar a cuenta gotas. Sin embargo el discurso con el que comienza el libro me dio la misma sensación de placer al leer buena literatura de ficción-histórica y la esperanza que semejante libro me acompañe por un buen tiempo.
Hugo Llor es el protagonista de la historia, así como Arnau, Hugo inicia desde su temprana juventud las páginas del libro. El padre de Hugo muere en el mar y es cuando se convierte en ayuda de Arnau Estanyol, trabajando en las atarazanas, (dónde arreglaban los barcos en Barcelona) teniendo en sus sueños dedicarse a las embarcaciones en el futuro.
Pero algo cambia todo su destino y el pobre muchacho termina siendo ayuda de un grupo de judíos que se dedica a sembrar viñas para producir vino. La historia se narra a fines del siglo XIV, cuando los judíos ya padecían la persecución de la iglesia Católica y ciertos desmadres ya se daban en contra de ellos.
Hugo llega a estimar a sus patrones quienes le enseñan cómo hacer un buen viñedo y producir un buen vino. Llega incluso a fabricar el aguardiente, cosa aún no conocida en esa época según el autor.
Con la interesante historia del vino Catalán, se va enlazando la de Hugo. El amor no tarda en llegar, pero como todas las buenas historias largas, se trata de uno imposible. Hugo se enamora de una de las muchachas judías de los viñedos, la cual tenía como meta ser doctor, partera. Sin embargo la presión con la nación judía los mantenía al susto.
Hugo aprende a trabajar la viña y a producir uno de los mejores vinos, esto en lugar de hacer la historia mejor la empeora por cómo eran aquellos tiempos, él se debía a su señor condal y este le exige que vaya a trabajar con él cómo botellero (el que le elije los vinos). El problema era que este hombre era el enemigo acérrimo de hijo de Arnau Estanyol.
De ninguna manera Hugo podía rechazar el servicio y eso le trae terribles consecuencias en el futuro cuando el hijo de Arnau, a la muerte del Rey y al cambio de mando, se convierte el su nuevo señor condal y con todas las de la ley, pues contaba con toda la confianza del Rey.
Por otro lado, Hugo es separado de su madre y su hermana. Su hermana es recluida como sirviente de las monjas. La pobre chica al parecer es violada y el producto de este suceso y ciertas circunstancias, le harán a Hugo ser padre de una hermosa niña. Mercé. La niña se convierte en el centro de su vida y se esfuerza y soporta los avatares de la vida para que sea feliz, a pesar, de que él no sabe que esa niña es de su misma sangre.
Idelfonso Falcones, abogado y padre de cuatro chicos, escribe un rato por la mañana y otro por la noche. El autor no ha dedicado su vida a la literatura, sigue ejerciendo su carrera y tiene auto prohibido escribir en horas de trabajo. Su obra fue rechazada muchas veces por las editoriales grandes, sin embargo eso no lo detuvo y con amistades por aquí y por allá logró colocar su primer libro, La Catedral de Mar. Escribió La Reina descalza y La Mano de Fátima.