“Estaba amarrada con correas de cuero en una estrecha litera de estructura de acero. El correaje le oprimía el tórax. Se hallaba boca arriba. Tenía las manos esposadas a la altura de los muslos… Ese día cumplía trece años”
Estoy leyendo el segundo libro de la saga de Larsson Stieg, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina", donde Lisbeth Salander, la misma investigadora huraña, agresiva, que por experiencia propia no confía en la ley del primer libro titulado ¨Los hombres que no amaban a las mujeres", se encuentra en una etapa más madura, sin saber aun a que dedicarse. Lisbeth no pierde la costumbre de hackear las computadoras y por curiosa se encuentra con un caso que su ex, Mikael Blomkvist, está preparando con colegas para la revista Millenium sobre tráfico de blancas.
El libro narra también un poco cómo es la sociedad sueca y las diferentes caras de las mujeres de ese país; ya había leído antes, en el libro "El Premio Novel" de Irwing Wallace, un poco sobre las mujeres suecas y su manera de ver la vida, así que es inevitable relacionar estos libros culturalmente.
Primer capítulo del segundo libro de la trilogía.
Escritores como Larsson Stieg, el islandés Arnaldur Indridason, autor de "La mujer de verde", la novelista sueca Mari Jungstedt, autora de 'Nadie lo ha visto', tienen en común la preocupación por el maltrato, el acoso o la violación de un ser humano. Ellos plasman y denuncian en sus libros las luchas internas por los que muchos pasan o ellos mismos han pasado. En la actualidad se está proyectando en Europa la película del primer libro de la saga “Los hombres que no amaban a las mujeres” y no hay entradas hasta dentro de un par de meses.
Al otro lado del charco, Perú muestra la misma preocupación desde otros puntos de vista en la película de Claudia Llosa, “La Teta Asutada”. Aunque no la he visto y no creo que la vea porque estoy muy lejos de donde la proyectan, he leído una entrevista sumamente interesante, que me envío Guillermo Fowks, a Kimberly Theidon, antropóloga estadounidense quien investigó y bautizó el fenómeno como "la teta asustada" o mejor llamada, "leche de miedo" o "leche de rabia"... pero para que les cuento, adjunto del documento de la entrevista a Theidon donde explica más bonito que yo este fenómeno.
LA TETA ASUSTADA
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